El trabajo remoto dejó de ser una utopía que muchos añorábamos hace tan sólo un par de años, y pasó a ser una realidad obligatoria para miles de empresas y empleados en el mundo.
Pero ¿Qué tan bueno es el trabajo remoto? ¿Volveremos algún día a abarrotar el metro Polanco a las 8 am? ¿Las gorditas de metro Sevilla seguirán ahí? ¿Estará vigente aún nuestra tarjeta de la Ecobici? ¿El home office llegó para quedarse? Todo parece indicar que sí.
Es curioso cómo a menudo las cosas que nos hacen bien suceden sólo cuando las alternativas se acaban ¿No? Es decir, de no ser por el enorme nivel de la emergencia sanitaria que vivimos a nivel mundial, y la obligatoriedad de quedarnos en casa a pesar de todo, el esquema de trabajo en oficina seguiría siendo el mismo, y por lo menos en México, nos faltarían algunos años para hacer del trabajo desde casa una realidad casi general.
Claro que existen muchísimos sectores productivos para quienes las actividades deben ser forzosamente presenciales; para el ámbito digital sin embargo, el teletrabajo es casi como entrar a la CCP de Tron, un sueño hecho realidad. ¡El digital se ha convertido en 100% digital!
Pero bueno, más allá de la necesidad humana que nos impulsa a estar físicamente cercanos, socializar con compañeros de oficina y las visitas de viernes de quincena a las pizzas del perro negro, o las cervezas artesanales; la realidad es que muy pocas son las cosas que el teletrabajo nos permite extrañar.
La pregunta es ¿Es realmente bueno para nosotros trabajar desde casa? ¿Ha cambiado nuestra calidad de vida? ¿Cuánto tiempo pasamos diariamente frente a la computadora? ¿Regresaremos alguna vez a la oficina?
¿Qué pasa con el trabajo remoto?
El home office llegó a la vida laboral de nuestro país sin siquiera tener claro de que se iba a tratar, y tanto sus implicaciones legales como muchos otros detalles que incluso actualmente se mantienen en legislación, son un buen ejemplo de la capacidad de empleados y empresas para adaptarse y evolucionar a nuevas realidades. Casi siempre, la evolución sucede por necesidad.
Las ventajas del teletrabajo que de inmediato podemos enumerar son ampliamente conocidas:
- Ahorro económico: Tanto en transporte, como alimentación, ropa y otras cosas más. El ahorro en estos gastos se refleja directamente en nuestro bolsillo.
- Ahorro de tiempo: Para muchas personas el tiempo de desplazamiento a la oficina puede llegar a significar hasta el 50% de la jornada laboral sobre el tiempo que pasan en la oficina. Una jornada de 8 horas laborables más 4 horas de transporte es francamente… complicado.
- Equilibrio entre el ente profesional y el personal: Una de las principales problemáticas que el trabajo de oficina implica, es la complicación de los empleados para desarrollarse en su ámbito personal, tanto en el ambiente familiar como en otras esferas que para cualquier persona son tan importantes para su bienestar emocional como el mismo empleo.
- Mayor eficiencia: Sabías que trabajar en casa te vuelve en promedio 13% más eficiente. Un artículo científico publicado por el National Bureau of Economic Research así lo confirma; no sólo eso, eres 9% más comprometido y tu desgaste es 50% menor.
- Mayor seguridad: Además de eso, trabajando desde casa es mucho más difícil que un motivo de salud te impida de tus actividades cotidianas, especialmente el “riesgo de trabajo” que implica trasladarse diariamente de casa hacia la oficina y de regreso .
Las ventajas del teletrabajo, son un abanico amplio de motivos, y los contra parecen ser especialmente reducidos; en BBS cumplimos recientemente nuestro primer año de trabajo desde casa. Y no hay mejor manera de averiguar cómo lo vivimos, que consultando desde dentro.
¿Cómo vivimos el trabajo remoto en BBS?
Aunque con una trayectoria amplia en el sector digital, y una gran diversidad de esquemas de trabajo, al igual que a miles de agencias en el país la emergencia sanitaria de 2020 nos obligó en BBS a replegarnos y adaptar rápidamente nuestra dinámica laboral a la nueva realidad. ¿Lo conseguimos? ¡Vaya que si! Y con mayor eficiencia de lo que hubiéramos esperado.
Josué González es actualmente el Content Manager de BBS, su experiencia con nosotros comenzó como community manager en 2020. Para él, la avalancha de “nueva normalidad” llegó a unos meses de entrar a la agencia y como para todos, fue igualmente sorpresivo.
“Inicialmente fue complicado porque a pesar de la actividad que llevemos, estamos acostumbrados a salir, y cortar esa rutina fácilmente puede convertirse en el paso a problemas de ansiedad o cosas así. Lo primero que hice para solucionarlo fue adaptar mi habitación a un espacio de trabajo donde pudiera sentirme a gusto”.
Josué González
Después de varios meses instalado en su habitación/oficina, Josué consiguió adaptarse bien a su nuevo ritmo de vida y equilibrar su participación profesional dentro de BBS con su vida personal. Meses después de hacerlo, Josué se traslado temporalmente al estado de Guanajuato donde además de cambiar de aire, aprovecha para pasar tiempo con sus abuelos.
“Para mi es impresionante la facilidad que nuestra dinámica de trabajo y la tecnología brindan para estar cerca de tu familia en lugares muy lejanos. Vivir en contacto con la naturaleza, en un pueblito, además hace que mi creatividad se potencialice. Me viene muy bien”
Josué González
El cambio de rutina para Josué tuvo muchas cosas positivas, pero también implicó un proceso de ajuste donde no todo fueron ventajas.
“En las desventajas que veo del home office, pienso que inicialmente existe un desbalance que se nota en la falta de comunicación entre equipos; la facilidad que te da la inmediatez de tener a tus compañeros a unos metros de distancia y poder resolver cosas más rápido ya no está, entonces tienes que aprender a compensarlo de diferentes maneras.
Aunque en la actualidad existen evidencias basadas en amplias investigaciones que confirman el testimonio de Josué, las complicaciones del Home Office como esquema laboral vigente, se reducen a simples síntomas de adaptación y ajustes en la comunicación interna de un equipo.
El trabajo remoto es una realidad que por un lado nos vimos obligados a adoptar gracias a la magnitud de la contingencia sanitaria, pero que por otro lado quizá debió llegar a la realidad laboral desde hace años. ¿Será una dinámica que llegó para quedarse? En BBS sabemos que sí.