Una de las cosas más maravillosas de la inteligencia orgánica, sobre todo la humana, es que existe en muchos filtros y niveles en nuestra comunicación. Lo que nos hace interesantes, son todos los desperfectos que circulan fuera y dentro de nosotros y que en muchos sentidos, representan nuestra identidad individual, idiosincrasia, lenguaje, incluso nuestras características culturales. También es cierto que la habilidad para detectar toda clase de imperfectos en la comunicación y el quehacer humano cotidiano, y utilizarlos como una herramienta de persuasión, disuasión, es todo un arte; literalmente un arte.  ¿O debo decir “literariamente”? 

Cuando menciono a la “Inteligencia artificial como el fin del mundo de la forma que lo conocemos”, lo hago como una verdad a medias, se trata de una frase que es verdad, pero también con una carga de ironía. ¿Podría hacer algo así la Inteligencia artificial? quizá, pero también es fácil descubrirla.  

Sobre todo en el ámbito del marketing digital, de la producción multimedia, y la creación de contenido, persiste la idea y el temor casi generalizado de que la Inteligencia artificial ha llegado al mundo para romper todos los esquemas productivos que hemos desarrollado hace poco menos de 20 años; que las máquinas no tardarán en suplantarnos, dejarnos sin trabajo, apropiarse de nuestras conciencias, esclavizarnos, y que paulatinamente el universo de John Connor y la revuelta contra las máquinas está comenzando a ser real.  

John Connor antes y después de perder la batalla contra la AI

La realidad es que en efecto, históricamente toda Revolución tecnológica ha traído consigo una magnífica ola de despidos y obsolescencia en tareas humanas que se considerarían elementales. Cada vez con más cercanía una de otra, la revolución digital que comenzó hace casi 40 años, barrió con la forma en la que los seres humanos interactuamos en prácticamente todos los ámbitos, y desde luego, dejó fuera a cientos de miles de personas, industrias, y marcas que hasta entonces considerábamos monolíticas. ¿Te suena a algo Kodak? 

La cosa es que pareciera, que a partir del arranque de la tercera revolución industrial, los seres humanos no hemos tenido respiro, y todo evoluciona de una forma tan acelerada que sí, es muy fácil quedarse atrás; esto hace sumamente interesante la vida que llevamos, pero también es cierto: la obsolescencia, es un margen sumamente cercano, no solo para nuestros smartphones y refrigeradores, también para nosotros. 

La Inteligencia artificial, ¿Un reto, una dificultad, riesgo o una buena oportunidad?  

Bueno, basta de ponernos filosóficos, la realidad es que la Inteligencia artificial representa hoy por hoy mucho más que sólo riesgos y cosas negativas. Según lo tomemos, la Ai,  es un nuevo universo de posibilidades encaminadas a la eficiencia.   

Claro que no se trata de permitir o alimentar la capacidad de la Inteligencia artificial para tomar el control de todas nuestras agencias, sino de utilizarla en favor de nuestros procesos. Hoy cada vez son mas quienes desarrollan todo su contenido a partir de chat gpt,  pero bueno, también se trata de no ser demasiado flojos. ¿Sabes qué va a suceder cuando la burbuja GPT reviente? Seguro recuperarás tu empleo de redactor.  

Si echamos una mirada alrededor, el mundo del marketing digital y la creación de contenido, se ha estado nutriendo los últimos 3 años de herramientas cada vez más fascinantes basadas en la Inteligencia artificial.  En las próximas entradas estaremos hablando mas a fondo sobre herramientas de Inteligencia artificial que, vaya que en muy poco tiempo comenzarán a ser un must del marketing digital.  

Para terminar este blog,  nunca olvidemos que el factor humano siempre será esencial ante cualquier manifestación de las revoluciones digitales;  y que sí, el mundo se está acabando, pero gracias al cambio climático, no a la Inteligencia artificial.