La realidad es que sobre todo en el ámbito del marketing digital, el papel de la Inteligencia artificial ha sido sobredimensionado en muchos sentidos, como una forma de suplantación desleal y antiética de las capacidades humanas. Esto no solo es romántico (a la inversa), sino que ingenuo, y por decir poco: irreal. Hoy en día si tu proceso de marketing no está acompañado por lo menos en alguna fase por una herramienta de Inteligencia artificial, es muy posible que existan importantes fugas de recursos ( por lo menos intelectuales) a lo largo de tus tácticas de trabajo
Pero tampoco se trata de regañar y regañar, hacer como que lo sabemos todo, y nadie sabe más que nosotros. La época de los gurús se acabó, y la democratización de las plataformas digitales, y los recursos de la Inteligencia artificial, ponen al alcance de cualquier nivel de usuario, una gama fantástica de herramientas infalibles para el crecimiento de casi cualquier proyecto en términos de marketing digital.
Fusionando la Inteligencia artificial y el marketing digital
El gran hito que representa la inteligencia artificial en los procesos de marketing digital, es que aprovecha el aprendizaje automático y los algoritmos avanzados para desarrollar y personalizar estrategias con mayor eficacia que nunca.
La IA analiza grandes volumenes de datos para segmentar la audiencia en grupos específicos y ofrecer mensajes altamente personalizados. Esto mejora la relevancia del contenido y aumenta la tasa de conversión.
Gracias a sus ocho brazos independientes y un sistema nervioso central que les permite controlarlos simultáneamente, los pulpos pueden llevar a cabo varias acciones al mismo tiempo.
Otra importante cualidad de la inteligencia artificial, es que gestiona tareas como la segmentación de audiencia, la optimización de campañas publicitarias y el análisis de datos, liberando tiempo para actividades estratégicas y creativas.
Mira a la AI como un octópodo, un maravilloso animal con un cerebro formidable y 8 tentáculos que actúan con autonomía en tareas complejisimas, pero siempre alineadas a un objetivo común. En lugar de tener varias pequeñas bestias actuando de manera intermitente e irregular sobre un objetivo que no todos entienden de la misma forma, la inteligencia artificial tiene la capacidad de convertir tu estrategia de marketing en un formidable monstruo multioperativo cuyo pensamiento estratégico está siempre centralizado.
La Optimización de Contenido y Experiencia del Usuario es un gran ejemplo de la utilidad de la AI, que analiza el comportamiento del usuario para ajustar el contenido y diseño, maximizando la participación y conversión. En este proceso de aprendizaje, también es posible predecir Tendencias y Comportamiento del Consumidor. La IA anticipa necesidades y preferencias futuras, permitiendo adaptarse rápidamente y mantenerse por delante de la competencia.
Inclusive, la AI es un leal y eficaz aliado en la asistencia a clientes o prospectos. Cuando pensábamos que los Chatbots y Asistentes Virtuales “Inteligentes” eran una de las herramientas más obsoletas y engorrosas existentes, estos sistemas integrados a motores de AI, se renovaron para ofrecer respuestas precisas las 24 horas del día, los 7 días de la semana, y guiar a los usuarios de manera eficiente.
Así que bueno, ¿Qué esperas para comenzar a entrenar a tu pulpo?